Es inevitable cruzarnos con personas soberbias y egocéntricas,que sin ser más ni menos que otros, personas al fin y al cabo, acostumbran a mirar a los demás por encima del hombro, quizás se sienten superiores por lograr algo o por que su modo de ser es este, que posiblemente limita sus relaciones humanas porque siempre se creen dueños de la razón, incapaces de aceptar que en un momento dado son uno de tantos.
Estás personas son difíciles de tratar pues cualquier comentario, gesto lo suelen tomar como algo personal, sacando a relucir lo peor de ellas llegando a ser intolerantes e incluso un tanto zafias, su afán de protagonismo les lleva a pretender contra viento y marea ser el único centro de interés, el sol debe brillar incluso en la tormera.
Con el tiempo, la vida les enseña y no siempre de la mejor de las maneras, que hay que aceptar y tratar a los demás con la dignidad y respeto que ellos exigen para si mismos.
Quizás deberían dedicar un tiempo a reflexionar, a buscar en su interior el motivo que los 'eleva' de ese modo, si realmente son superiores a nadie, pudiera ser que prefieran mirar por encima del hombro menospreciando a quienes consideran posibles iguales o mejores que ellos, porqué no son más que personas de baja autoestima, complejo de inferioridad que ocultan sus defectos, como seres humanos que son, bajo esa falta de humildad e intolerancia.
Magda Jardí
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