jueves, 11 de junio de 2015

Esas gratas pequeñeces



Tal vez nuestras vidas, no por elección, son muy ajetreadas y  prosaicas priorizamos las obligaciones y dejamos como algo secundario los detalles tan necesarios como una medicina cuando estamos enfermos, estos pequeños gestos son medicinas para el alma, la nuestra y la de aquel que los recibe,   pero llega un momento en el que sentimos la necesidad de hacerlo como es abrazar o besar a esa persona,  amigo, familiar  o alguien especial, que nos da tanta paz , buscarla y decirle cuanto la añoramos, regalarle una caricia o una sonrisa y con esa gran ´pequeñez, la haremos feliz, al saber que aunque pase el tiempo nunca la olvidamos, sintiendo nosotros una grata sensación como recargarnos un poco por dentro.
Magda Jardí
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